Con este doy comienzo a una serie (indefinida) de artículos en los que hablaré de los que, para mi, son los mejores villanos de ficción, ya sean de cine, televisión, libros, cómics... El medio del que provengan no es importante, ya que pretendo demostrar que en cualquier medio se pueden crear personajes fascinantes.

Para empezar voy a hablar del Joker, el archienemigo de Batman (con permiso de Ra's Al Ghul). ¿Por qué empezar por él? Podría decir: "¿Y por qué no?", pero os diré que quiero que sea el primero porque desde mi punto de vista es el mayor villano de todos los medios y de todos los tiempos. Cualquier otro palidece ante la maldad, inteligencia y locura del Joker. El ejemplo más accesible lo tenemos en El Caballero Oscuro, la última y recién estrenada película de Batman. Han conseguido retratar todo lo que el Joker ha sido y es en su medio original: los cómics. Hasta ahora el gran público tenía una visión del Joker desvirtuada, ya que se creía que no era más que un zumbado disfrazado de payaso. El Joker no está loco, está más allá de la locura. Y lo más peligroso de todo es que es tremendamente inteligente. Una inteligencia sádica y retorcida que nadie, ni siquiera Batman, es capaz de comprender.

Hace unos cuantos años, en la serie regular de Batman se publicó una saga llamada "Una muerte en la familia". En esta saga Jason Todd, el Robin de la época, se escapaba de Gotham para buscar a su madre. Esto sucedía a la vez que el Joker traficaba con armas (si no me falla la memoria) en la misma zona donde Jason estaba investigando. Pues bien, DC abrió una votación telefónica para que los lectores decidieran si Robin debía vivir o morir. El caso es que este segundo Robin no disfrutaba de gran simpatía y se decidió eliminarlo. ¿Cómo moría? Muy simple: el Joker le pegaba una paliza mortal con una palanca. Dicho así no tiene el mismo impacto que leyendo el cómic, pero para que os hagáis una idea se respira que el Joker disfruta como un niño mientras va golpeando repetidamente a Robin. Si no me falla la memoria, después de esto el Joker conseguía que lo hiciera embajador un país y se metía en una reunión de jefes de estado para asesinarlos a todos con su gas de la risa. Y el único que es capaz de impedir que Batman asesine a un embajador (el Joker) en una cumbre política es... Superman. Sí, porque Batman no mata, pero esta vez estaba dispuesto a renunciar a sus principios debido a la crueldad del Joker. Y el plan del payaso no era otro que ese, hacer que Batman lo matase para hundirlo. Así de retorcido es él.

Otra historia que lo define es Crisis Infinita, el crossover del año pasado de DC, en el que el universo estaba en peligro una vez más. Quien lo haya leído recordará que el Joker no interviene en el conflicto que plantea la saga. Entonces, ¿por qué pongo este ejemplo y no cualquier otra aventura en la que sea el cerebro de todo? Muy sencillo, su intervención es fugaz y lo define totalmente. Resumen rapido: un Lex Luthor de un mundo paralelo se hace pasar por el de este mundo y monta una sociedad de villanos para que le ayuden en sus planes. Al Joker no lo llama. Al final de la saga, cuando ya han ganado los buenos y tal y cual, el Luthor del mundo paralelo, el cerebro de la operación, se escapa. En un callejón se encuentra con el Luthor del mundo normal, que le dice que ha cometido un error mortal. Él se ríe y no entiende que pasa. Entonces Luthor le dice que no ha contado con el Joker. Y el payaso hace su aparición, y con una flor que tira ácido y una pistola se carga a un mega-villano que ha puesto en jaque a todos los héroes de varios universos. Es, simplemente, lo mejor de la saga.
Además de todo esto, hay que tener en cuenta que el Joker es como Batman, un tipo sin poderes que sólo cuenta con su astucia. Sin embargo, el murciélago tiene la batcueva, tiene a Alfred, el batmóvil, su cinturón de cachivaches, tiene a Robin, Nightwing, Oráculo, Gordon... El Joker sólo tiene su maldad, y con ella le sobra para desquiciar al Señor de la Noche.